El domingo 1 de junio, cada votante mexicano recibirá seis boletas diferentes, cada una con un color distinto. Cada boleta corresponde a un cargo específico dentro del Poder Judicial: ministras y ministros de la Suprema Corte, magistrados del Tribunal Electoral (tanto Sala Superior como Regional), magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, magistrados de circuito y jueces de distrito.

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¿Cómo se llenan las boletas correctamente?

1. El elector tendrá que leer con atención cada boleta e identificar a qué cargo corresponde. Todas las personas candidatas estarán listadas con su nombre, una breve descripción y su fotografía.

2. Luego habrá de marcar una sola opción por boleta, con una “X” clara dentro del recuadro de la persona que elija. No se podrá marcar más de una opción en la misma boleta. Tampoco escribir nada adicional ni señales fuera del recuadro.

3. Hecha su elección, cada votante verificará que haya votado en las seis y revisará que todas estén marcadas correctamente antes de entregarlas.

4. Al final del proceso, doblará cada boleta y las colocará juntas en la misma urna. Aunque son diferentes elecciones, todas las boletas van en una sola urna.

Los errores comunes que se deben evitar son los siguientes: marcar más de un recuadro en la misma boleta (anula el voto); hacer tachaduras, dibujos o escribir frases; o dejar la boleta en blanco.

Para votar en la elección judicial, el ciudadano necesitará su credencial vigente del INE (Instituto Nacional Electoral). La página del Instituto ofrece al elector la posibilidad de consultar los perfiles de los candidatos y practicar el llenado de boletas. Llevar anotados los números de los candidatos puede ayudar a votar más fácilmente. Las casillas en las dependencias electorales estarán abiertas de 08H00 a 18H00 horas (hora local).

¿Cómo funcionará?

El actual Gobierno mexicano ha pretendido desde un primer momento la separación entre el poder económico y el político. Ahora, con la reforma al Poder Judicial, lo que se da es un paso más: separar lo económico de la justicia, garantizando que todas las personas, sin importar su origen, tengan a una justicia verdadera y sin privilegios. Así funcionará el Poder Judicial desde estas votaciones: para el pueblo.

La reforma judicial que el próximo domingo 1 de junio colocará al pueblo de México frente a las urnas para elegir directamente a jueces, magistrados y ministras de la Corte, tiene su origen en una profunda convicción democrática impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde el inicio de su mandato (2018-2024), AMLO denunció los privilegios, la corrupción y la desconexión del Poder Judicial con las necesidades del pueblo. Bajo su liderazgo, comenzó a tomar forma una propuesta transformadora: que no fueran las élites políticas ni los intereses económicos quienes decidieran quién imparte justicia, sino el pueblo soberano.

Con un amplio respaldo popular y tras años de debate público, la iniciativa avanzó en el Congreso y abrió el camino para una reforma histórica: democratizar el Poder Judicial. Esta propuesta busca acabar con el viejo modelo de justicia al servicio de los poderosos y dar paso a un nuevo sistema más transparente, más justo y más cercano a la ciudadanía. La elección por voto popular de ministras, magistrados y jueces representa un paso sin precedentes (solo Bolivia lo ha hecho antes en Latinoamérica), hacia un país donde la justicia no sea privilegio, sino derecho garantizado.

La continuidad de esta transformación está hoy en manos de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien ha reafirmado su compromiso con una justicia verdaderamente popular. Su apoyo decidido a esta reforma es una garantía de que el proceso iniciado por AMLO no será una excepción histórica, sino una nueva etapa en la vida democrática de México. El próximo 1 de junio no solo se eligen cargos judiciales, se ejerce también el derecho del pueblo a construir una justicia a su imagen y medida.

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