El movimiento de resistencia islámica palestina Hamás compartió horas atrás a través de sus redes sociales imágenes que confirman que la ocupación israelí dirige las bandas criminales que saquean la escasa ayuda humanitaria que Tel Aviv permite entrar a la Franja de Gaza.

Los milicianos de Hamás tendieron una emboscada contra lo que creían eran soldados israelíes encubiertos -los denominan Mista’arvim- en Rafah, al sur de Gaza.

Tras revisar en detalle las imágenes, los muyahidines comprobaron que los individuos armados vestidos de civil que fueron emboscados integran la banda de Yasser Abu Shabab, vinculado al autodenominado Estado Islámico, también conocido como Daesh o ISIS.

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La semana pasada, Hamás denunció que este caudillo, narcotraficante y delincuente en serie cuenta con apoyo pleno de Israel y es responsable del saqueo de la gran mayoría de la ayuda.

Su grupo armado está vinculado al saqueo de suministros vitales en zonas como Rafah y el cruce fronterizo de Karem Abu Salem.

Los hombres de Abu Shabab actúan de manera coordinada con las fuerzas de ocupación, engañan a los conductores ofreciéndoles «seguridad» y luego los amenazan y les quitan la carga.

Medios internacionales, como el estadounidense The Washington Post y el israelí Haaretz, revelaron testimonios de testigos de sus fechorías, quienes confirman que las tropas de ocupación no les impiden saquear.

De acuerdo con Hamás, Abu Shabab dirige una banda de entre 100 y 200 mercenarios armados que se asentaron un complejo militar en Rafah con el apoyo de Israel y realizan actividades de vigilancia para los ocupantes en esa área de Gaza.

Hamás señaló que la ocupación les permite transitar armados por Rafah mientras asesina en el acto a cualquier palestino que ingrese armado a dicha gobernación. Imágenes difundidas previamente muestran a los mercenarios de Abu Shabab paseando por una Rafah despoblada portando armas libremente frente a las tropas israelíes.

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Israel bloqueó totalmente el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza el 2 de marzo pasado, condenando a su población a la muerte por hambruna y enfermedades. Lo restableció el 19 de mayo y solo permitió la entrada al territorio de un escaso número de camiones, cifra ínfima si se compara con las monumentales necesidades de los civiles palestinos.

Mientras tanto, Tel Aviv -con la complicidad de EE.UU.- intentó manipular a la comunidad internacional con la creación de una supuesta organización que supliría a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y entregaría alimentos y otros productos a los civiles, maniobra que resultó ser un fraude.

Días atrás, cerca de 3.000 camiones con productos esenciales aguardaban por el permiso de la entidad sionista para llevar ayuda a la población gazatí.

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