La Franja de Gaza ha registrado al menos 60 palestinos asesinados y 284 heridos en las últimas 24 horas a causa del genocidio que llevan a cabo las fuerzas israelíes en el enclave, según informes del Ministerio de Salud en Gaza y fuentes médicas.

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Las fuentes sanitarias locales también informan de una situación crítica en cuanto al rescate: “Todavía hay varias víctimas bajo los escombros y en carreteras a las que los equipos de ambulancia y defensa civil no pueden llegar”, comunicó el Ministerio de Salud en Gaza.

Además, las autoridades sanitarias afirman que las fuerzas israelíes continúan atacando a los equipos de emergencias.

El total de palestinos masacrados durante los ataques israelíes contra la región aumentó a 54.381 y se reportan 124.381 desde el 7 de octubre de 2023, en su mayoría mujeres y niños.

Desde que Israel reanudó el genocidio el pasado 18 de marzo tras una tregua, el número de fallecidos llegó a 4.117, sumando 12.013 heridos adicionales.

Paralelamente a la crisis humanitaria, la situación alimentaria es desesperada. En este sentido, Naciones Unidas ha advertido que Gaza es «el lugar más hambriento del mundo» y toda su población está en riesgo de hambruna.

La ONU exigió a Israel que ponga fin a su «campaña de hambruna deliberada» y permita la entrada de alimentos, afirmando que su misión de ayuda es «la más obstruida de la historia reciente».

El portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, declaró que la operación de ayuda está en una «camisa de fuerza operativa» que la convierte en una de las más obstruidas no solo hoy, sino en la historia reciente.

Sobre la posibilidad de prevenir la hambruna, el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, aseveró que ello es posible si la entidad sionista permite que las organizaciones humanitarias realicen su trabajo.

Lazzarini escribió en su cuenta en X que están «de vuelta al juego de culpar a los demás mientras el pueblo de Gaza se muere de hambre».

Añadió que los camiones enviados en las últimas dos semanas representan solo el 10 por ciento de las necesidades diarias, describiendo esto como una «burla a la tragedia masiva que se desarrolla bajo nuestra vigilancia».

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