En marco de este súper miércoles, jubilados, feministas del movimiento «Ni Una Menos», trabajadores del Hospital Garrahan, científicos y personas con discapacidad, se unieron en una masiva movilización para visibilizar su descontento y rechazo a las políticas de ajuste económico del presidente Javier Milei. Los manifestantes denuncian un «shock neoliberal» que consideran destructivo y la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) que se sumó a las protestas señaló que el «saqueo viene acompañado por discursos de odio».

Los reclamos se centran en el deterioro de servicios esenciales y derechos fundamentales. Los trabajadores del Hospital Garrahan denuncian un «plan sistemático para desfinanciar la salud pública», mientras que científicos y universitarios alertan sobre recortes presupuestarios que llevan a lo que califican como una «fuga de cerebros». Las personas con discapacidad y sus prestadores protestan contra el congelamiento de honorarios y la precariedad de las prestaciones, calificando las medidas del gobierno como insensibles. La situación de los jubilados es crítica, con muchos forzados a reincorporarse al mercado laboral debido a la insuficiencia de sus haberes.

LEA TAMBIÉN:

Argentina: Jubilados, feministas y trabajadores marcharán contra el ajuste de Milei

Mientras las calles se llenan de manifestantes, la Cámara de Diputados debate cruciales proyectos para aumentar las jubilaciones y las pensiones por discapacidad, así como para prorrogar una moratoria previsional. La oposición busca impulsar estas iniciativas frente a la resistencia del gobierno, que ya anticipó posibles vetos en nombre del «superávit fiscal». A pesar de la expectativa de posibles operativos represivos, los organizadores celebran la creciente unidad de los diversos sectores, lo que fortalece la resistencia y busca demostrar que «todos apuntan a lo mismo», evidenciando un choque entre la política de Milei y las necesidades de los trabajadores

Los jubilados en Argentina son unos de los más afectados y quiénes experimentaron una significativa caída en su poder adquisitivo desde que asumió el actual gobierno. Se estima una pérdida acumulada superior a los 3 millones de pesos por jubilado, lo que representa una disminución del 27 por ciento en su capacidad de compra. Esta situación se agrava por el incremento desmedido en el costo de los servicios esenciales, como la luz, el gas y el agua, cuyos precios se han cuadruplicado debido a la desregulación económica.

Como resultado esta creciente carga financiera sobre la población más vulnerable con reducidos ingresos evidencia la grave situación económica que enfrenta el país.

EN ESTA NOTA: